¿Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para liberarme de lo que no está bien?”
¿Estoy dispuesto…?
¿Sera que es así de sencillo?
Imagina una civilización basada en igualdad en todos los ámbitos. Donde el cuidado y la justicia reinan. Donde las personas saben como estar los unos con los otros, plenamente, y compartir verdaderamente. Donde se honran todas las cosas vivas. Donde existe el diálogo, y más allá de la claridad mental hay entendimiento. Donde no hay separación entre la personalidad y el espíritu. Donde todos somos poderosos y no se trata de control. En su lugar hay espontaneidad y naturalidad. Este es un lugar en donde las quejas se resuelven con educación y esfuerzo conjunto, y donde todos nos sentimos responsables, porque todos somos sensibles el uno al otro y al medio ambiente.
Las palabras “amor” y “luz” son totalmente innecesarias.
¿Dónde sería este lugar? ¿Sería una tribu antigua en algún sitio, olvidada por el mundo moderno, un cuento de hadas, o una comunidad imaginaria? Tal vez existió realmente y no hay registro escrito. En tal lugar, el foco estaría en ser completo y no en ejercer poder, en recordar en vez de ser notable y recordado.
Creemos que la vida es posible solo en nuestros cuerpos, y sin embargo la vida también ocurre dentro nuestro y a nuestro alrededor en niveles de memoria e imaginación, con proyectos de todo tipo, donde planes e revelaciones ocurren simultáneamente. ¿Alguien registra estas actividades’ ¿Podemos decir que son fantasías? ¿Cuánto es fabricado por nosotros, elaborado para alimentar nuestros deseos o para justificar nuestros actos? ¿Cuánto son centellas de posibilidad y percepción, una actividad tenue que de hecho está ocurriendo en el presente?
Nadie puede decir lo que es real o irreal. ¿Podemos obligarnos a cambiar el curso de la vida? ¿Dónde está la conexión entre la imaginación y la realidad? ¿Qué es lo que mantiene un mundo unido?
Las realidades paralelas son una sombra de vida constante dentro y alrededor de cada persona. Mucho es producido intencionalmente, hasta compulsivamente, accidental, o motivado por miedo o necesidad. Parte es fantasioso, un descanso necesario en un mundo alborotado. Y parte es memoria preciosa almacenada en la psiquis de la humanidad. Soñamos, y nuestros sueños no son tan diferentes de los que soñaron en el pasado, y los del pasado también podrían haber sido memorias de lo que una vez fue. Algo aglutina eso.
Es fácil imaginar una forma de vida idílica, pero difícil vivirla. Se han planteado muchos modelos, invariablemente cayendo en métodos agresivos de imposición, formas sutiles de vergüenza y culpa, y violación de la privacidad o de la opción de vida. ¿Qué seríamos sin gobernantes, sin el uso de la fuerza, sin vergüenza o culpa, sin odio, demonios, o crueldad? ¿Seríamos capaces de mantener la dignidad y la integridad, la individualidad y la privacidad sin perder contacto y comprensión de nuestra humanidad, manteniendo las diferencias sin construir obsesivamente matices de significado que se extienden más allá de la imaginación más oscura? ¿Podemos imaginarnos como sería vivir todas las emociones y posibilidades que ser humano nos ofrece, sin conflictos? ¿Podemos concebir de las relaciones y del nacimiento, la muerte y la pérdida, sin la locura y desespero que tan a menudo les acompañan? Por su propia naturaleza, el mundo físico implica fricción. ¿Podemos resistir vivir acorde a las leyes de la materia, en vez de seguir a la Conciencia? ¿Podríamos vivir sin presión y sin tensión?
Tal vez nos conformemos con instantes que traen alivio, movidos por premoniciones agradables, insights y momentos preciosos de perfección intuida. Podemos siempre encontrarlos si los buscamos, bajo capas de símbolo, ritual, superstición, dogma, y creencias arraigadas. Los podemos detectar en la manera en como las personas son capaces, a veces, de sentir y estar unidos en momentos de inspiración. Hay trazos de bondad y verdad en todas las religiones, en todas partes, en todo momento. ¿Porqué es tan difícil manifestarlo, y aún más sustentar?
Hubo una vez y hay, en una ausencia de tiempo paralelo, en donde el tiempo no existe y el Ser es. Imaginarlo sugiere contactar el poder más grande de la Creación, los sueños soñados por personas que recuerdan.
¿Estás dispuesto…?
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